A un mes de la implementación de las nuevas medidas económicas, el sector empresarial muestra un panorama bastante incierto. Empresas en vías de quiebra, comercios cerrados, gerentes de automercados detenidos, condiciones inadecuadas para la producción, imposibilidad de reponer inventario, entre otros, son apenas las puntas de un iceberg que tiende a hundirse, en la medida que no se tomen decisiones en materia de política económica dirigidas a frenar la espiral hiperinflacionaria en el país.
“No hay un plan, financiamiento para la magnitud de lo que requerimos. Lo que estamos viendo es que la hiperinflación se está tragando no solo el nuevo cono monetario sino que dejó atrás al conjunto de medidas tomadas por el propio Gobierno, lo que es muy lamentable para el país“, afirmó Ricardo Cusanno, primer vicepresidente de Fedecámaras, en conversación con María Isabel Párraga en Fedecámaras Radio.
“Hemos tenido reportes de empresas que han registrado un 40% de disminución de su actividad, no porque hayan cerrado sino porque hay una gran incertidumbre sobre las decisiones que viene tomando el sector público”, argumentó, lo que implica que la mayoría de las empresas no solo tiene que adecuar sus procesos a lo interno sino a las realidades del entorno. “Cómo produces? Si no tienes electricidad, no tienes agua, no tienes manera de transportar nada porque tus camiones están en una cola esperando horas para surtir gasolina, no tienes conectividad, seguridad, y una buena retahíla de problemas que se desprenden de cada una de estas variables“.
Para Cusanno, aún no está claro si las razones para tomar estas medidas “fueron por la falta de liquidez o, si por el contrario, tomadas para restringir la liquidez en el sector empresarial“. Lo cierto es que se estaría obligando a las empresas a asumir una estructura de costos para la cual no están planificadas, “le echan mano al flujo de caja y aun así pretenden que vendas a pérdida”.
Al ser consultado sobre la situación de los gerentes detenidos, lamentó la persecución, “hay que entender que el inventario no es acaparamiento. Lo otro, es que se han empecinado en controlar los precios sin reconocer los costos”, con lo cual se complica más la situación. “Ahora además de todos los problemas de producción y abastecimiento del país, tenemos como espada de Damocles, el tener que trabajar en un área económica con el riesgo que te lleven preso”.
Dijo que el problema es estructural, no de medidas aisladas y represivas. “En el sector privado seguimos empecinados en seguir ofreciéndole trabajo y productividad al país. El sector público debería enfocarse en hacer bien su trabajo: ofrecerle al venezolano un buen servicio de luz, de agua, de infraestructura, conectividad, entre otros aspectos”.