El presidente de la Cámara de la Construcción del estado Bolívar rechaza el 400 % de incremento que el Gobierno nacional autorizó sobre el precio del cemento.
El aumento del precio del cemento está autorizado, pese a que su disponibilidad es escasa: de Bs. 13 mil a Bs. 60 mil pasó a costar la tonelada de este producto. ¿La consecuencia? Un negativo impacto en la construcción de proyectos habitacionales y comerciales en el país.
Oscar Gómez, presidente de la Cámara de la Construcción del estado Bolívar (CCEB), no está de acuerdo con este ajuste, principalmente porque la producción de este material, indispensable para el sector construcción, ha descendido.
“No se puede incrementar el precio de un producto que jamás se vendió a precio real y que no estuvo disponible en los comercios. En este momento no es conveniente un ajuste de esa magnitud, de 400%, porque el sector está padeciendo”, sostuvo el ingeniero.
Comerciantes, empresarios y trabajadores de la construcción han informado la desaparición del cemento en varias oportunidad,es de hecho, se ha documentado la paralización de obras de envergadura a raíz de los exorbitantes precios del producto, ofertado, en su mayoría, por “bachaqueros”, incluso, en los mismos centros comunales. “No hay cemento, pero su precio va en ascenso, qué lógica tiene eso”.
Según el ministro de Industrias Básicas, Juan Arias, el saco lo venden por debajo de Bs. 200 a la Gran Misión Vivienda Venezuela; sin embargo, quienes quieren hacer remodelaciones en sus hogares, oficinas o comercios deben pagar Bs. 5000 la unidad, si es que se consigue.
“¿En cuánto vamos a tener que comprar un saco de cemento ahora, si los vendedores informales son los únicos que tienen el producto? Lo mismo pasará con la cabilla. En Bolívar producimos acero y cemento, no es posible que nos veamos afectados con estas medidas que toma el Gobierno sin consultar a los gremios”, refuta Gómez.
Asimismo, el titular de la CCEB augura un incremento “similar” con la arena y la piedra, agregados del sector construcción, en vista de que las canteras tienen paralizadas sus líneas de producción y no hay recursos para activarlas y cumplir las metas.
Evidentemente, al subir el costo de los insumos para la construcción el repunte del costo de las viviendas será significativo y será mayor el número de familias que podrán tener acceso a un hogar propio. “El venezolano, nuevamente, es el que paga los platos rotos”, dijo el gremialista.
Nota de Prensa