Somos ciudadanos
Conceptualmente hablando, se entiende como ciudadano a todo habitante de un país con una serie de deberes y derechos políticos y sociales, que le permiten intervenir en la vida pública de dicha nación. Este concepto toma hoy en día mayor relevancia en Venezuela, habida cuenta que los problemas por los cuales atraviesa el país, solo se resolverán con la participación activa de todos los sectores de la sociedad.
Venezuela, en medio de la peor crisis económica, política y social de su historia moderna, seguía de cerca el proceso de diálogo llevado a cabo en República Dominicana, el cual tuvo que ser suspendido debido a la decisión de la Asamblea Nacional Constituyente (A.N.C.), de convocar intempestivamente a elecciones presidenciales para el primer cuatrimestre del año 2018.
Dicha convocatoria, no solo es ilegal y contraria al ordenamiento jurídico vigente, sino que impide toda posibilidad de llevar a cabo unos comicios electorales con niveles mínimos de confiabilidad. Han pasado años desde que el Registro Electoral Permanente (R.E.P.) no se revisa ni audita; vemos como los potenciales candidatos de los partidos de la oposición, son ilegalmente inhabilitados para participar; los electores son reubicados en centros electorales distintos a última hora; no hay ningún tipo de observación internacional independiente que avale los procedimientos y resultados; se exige revalidar a los partidos políticos de la oposición por razones fuera de la ley; no se publican las cifras definitivas de los resultados y de la participación porcentual de los comicios; la convocatoria y selección de miembros de mesa y testigos, así como la apertura de los procesos de inscripción de nuevos votantes, se llevan a cabo con bajo perfil y sin publicidad de ningún tipo y los venezolanos en el exterior tienen toda clase de obstáculos para ejercer su derecho al voto. Adicionalmente, la ausencia de condiciones e infraestructura eficientes para llevar a cabo de manera confiable un proceso electoral, tales como los servicios de transporte público, eléctricidad, comunicaciones y transmisión de datos, complican aún más la situación. Solventar todo lo anterior es absolutamente necesario para garantizar el derecho al voto de los ciudadanos y para que se respete su voluntad.
De allí que la Cámara de Comercio de Maracaibo, exige al Consejo Nacional Electoral y al resto del Estado venezolano, a dejar de lado cualquier posibilidad de convocar a unas elecciones presidenciales en el corto plazo, hasta tanto no sean resueltos todos los problemas que se mencionan anteriormente más otros que los expertos electorales han puesto de manifiesto de manera pública y reiterada.
Asimismo, exhortamos a delegados tanto del Gobierno Nacional como de la oposición, representada en la Mesa de la Unidad Democrática, a retomar el proceso de diálogo y negociación llevado a cabo en República Dominicana, para de esta forma acordar establecer entre otras, condiciones mínimas que lleven al país a realizar elecciones presidenciales limpias y sin ventajismos de ningún lado. Dichas elecciones, como expresión de la voluntad popular, constituyen el único mecanismo disponible en la actualidad para resolver en el corto plazo, los problemas económicos, políticos y sociales que aquejan al país. Solo se podrá enrumbar a Venezuela por el camino del desarrollo y crecimiento, en paz y armonía, mediante un verdadero cambio en la aplicación de políticas públicas llevadas adelante por el Gobierno Nacional en los últimos años.
Finalmente hacemos un llamado al Poder Electoral, para que entiendan la gran responsabilidad que tienen con el país para la paz de sus ciudadanos, así como su deber por defender los procedimientos electorales en conformidad con las leyes y el marco jurídico vigente.
Los problemas del país son muchos y de gran magnitud. El país demanda una rectificación lo antes posible. No podemos esperar más. Al final, la participación ciudadana es y será siempre la clave para la continuidad de la democracia.
Cámara de Comercio de Maracaibo
Enero de 2018