Es difícil entender que un actor se cierre al diálogo siendo demócrata, así lo afirmó Mark Freeman, fundador y director ejecutivo del Instituto para Transiciones Integradas (IFIT), en la 76° Asamblea Anual de Fedecámaras. “El espíritu democrático impone una apertura al diálogo”, esa es la historia de tantos países del mundo.
Venezuela ha superado muchas crisis con creatividad y muchas veces desde lo local, la propia historia del país es un factor importante, se sabe cómo solucionar las cosas, es esencia de su propia historia, manifestó Freeman.
Destacó que más le preocupa los conflictos propios de la comunidad internacional que gira alrededor de Venezuela, que los problemas internos del país.
¿Es posible una transición sin inclusión?
Las lecciones aprendidas muestran que para tener una transición más estable, un país más gobernable, debemos procurar que ésta sea lo más incluyente posible. Ningún hecho histórico exitoso indica que algún elemento externo sea el determinante para una transición a la paz.
La negociación, los consensos políticos y las reglas de juego son fundamentales en las negociaciones de paz, “por eso se debe construir con buenas formas, más que con buenos textos”.
La narrativa es fundamental en el establecimiento de un diálogo. Hay que saber “dirigirse al adversario”, ese sería un elemento determinante, puesto que se empiezan a distinguir las partes como dos elementos que dialogan y no como “los malos y los buenos”.
Las soluciones empiezan con mecanismos y espacios que conducen a conversaciones con cordialidad y con objetivos claros.
Por eso hace falta la creación de una narrativa incluyente, que permita crear una dinámica sobre la cual la sociedad y el Estado, se entiendan y se organicen. Esta narrativa será una parte fundamental para crear las bases en las cuales se va a construir un país más gobernable luego de un proceso de transición.
Relaciones verticales y horizontales
Muchas veces en las transiciones se habla de un nuevo contrato social entre ciudadanos y Estado
Hay unas reglas que corresponden al Estado y hay unos derechos que tienen los ciudadanos. La reconstrucción del nuevo contrato social es esencial en una transición de calidad
Asegura Freeman, que a veces se subestiman las relaciones horizontales entre distintos grupos en la sociedad. “Las transiciones más exitosas que hemos visto, en general, muestran los dos tipos de contrato social, el vertical entre una reformulación entre ciudadanos y Estado, que incluyen elecciones libres y muchas otras reglas de juego que deben existir para que la democracia funcione; pero también es clave, crear espacios de diálogo horizontales entre grupos que se entienden como adversarios”.
Hace falta incluir una narrativa incluyente en torno a la cual la sociedad se entienda y se organice.
Mark Freeman, director ejecutivo del Instituto para Transiciones Integradas (IFIT), participó en un conversatorio en la 76° Asamblea Anual de Fedecámaras, cuyo tema central era: ¿Es posible una transición sin inclusión?, el cual estuvo moderado por Eduardo Garmendia, Tesorero de Fedecámaras y contó con la participación de los politólogos Colette Capriles y John Magdaleno.
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