La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), a través de su presidente Manuel Felipe Larrazábal, planteó la necesidad de «dar la oportunidad al país en un plazo relativamente breve de aumentar la producción de alimentos, en un lapso de 90 a 120 días para resolver estructuralmente el problema de abastecimiento.
Cree que puede hacerse a pesar de la merma de los ingresos petroleros y los pocos recursos disponibles en este momento.
Larrazábal también pidió incentivar la producción nacional. A su juicio, es importante promover el desarrollo agrícola que permita el crecimiento de rubros donde Venezuela es competitiva y puede llegar a ser autosuficiente, tales como el maíz blanco, café, arroz y cacao.
En este punto, precisó que el rol fundamental de la industria transformadora es asegurarle a los productores nacionales la compra de la totalidad de sus cosechas a un precio adecuado que les permita su rentabilidad, invertir en el campo y en tecnología para la producción. Además, advirtió que se deben asignar divisas a la industria de alimentos, en vez de asignarlas a la compra de productos terminados.
En tercer lugar, resaltó la importancia de ajustar y revisar los precios de los productos regulados a través de un «plan de adecuación de los productos regulados al régimen que establece la Ley», que permita fijar precios que cubran los costos de producción y una ganancia adecuada.
La cuarta propuesta se basa en privilegiar el trabajo productivo e incentivar la productividad laboral a través de la aplicación de la Ley Orgánica del Trabajo, sin discriminaciones y «decidir las calificaciones y faltas para evitar la impunidad y el ausentismo laboral en las empresas».