El zuliano Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras, lanza alertas al Gobierno, pero los intentos son fallidos.
El diálogo del Ejecutivo con el sector privado es una imposibilidad más por ideología que pragmatismo. “Una trampa que no les permite ver la realidad”, asegura.
Pero el proceder no solo configura un modelo que los empresarios advierten de fracasado, sino que también los criminaliza, según opina, pese a que algunos ministros reconocen la verdadera necesidad de una unión entre los privados y el sector público.
Aún así, Francisco Martínez mantiene el puente para el acercamiento, no lo cierra, no puede hacerlo. Estamos dispuestos a trabajar por el país, pero el paralelo sentencia, sin miramientos, como para dejar clara la necesidad: “Los gobiernos son los peores empresarios”.
—¿Usted ve hoy al Gobierno acercándose realmente al sector privado?
—El Gobierno nacional no reconoce la importancia del sector privado. No ha entendido la verdadera dimensión de las relaciones entre el sector público y el privado en sinergia total por el beneficio y desarrollo del país. El modelo económico no nos reconoce. En esta dicotomía y la trampa ideológica a las que nos tiene acostumbrado, es lo que no le permite tener la visión completa de las realidades.
—A esta fecha y bajo las circunstancias ¿aún no hay puentes o todo está minado?
— No existe la sinergia requerida que merece el país, pero eso no quiere decir que nunca se vaya a dar. Creo que siempre se pueden abrir espacios de oportunidades para que, a través del diálogo, se llegue a un acuerdo nacional. Todos los actores debemos estar comprometidos, es la única manera que el país recupere la senda del progreso y la inclusión social.
—Hay personeros del Gobierno que parecieran reconocer al privado, pero el Presidente Maduro dicta otras líneas, ¿sería una cuestión de negocios? ¿cómo interpreta esto?
—Sería temerario decir que se trata de negocios, pero de ser así, habría que atacarlo para erradicarlo, porque eso sería meramente corrupción, pero repito no tengo pruebas que puedan decir que eso va en esa dirección. Lo que sí consideramos que está sucediendo es que ministros como Pérez Abad, Castro Soteldo y el mismo vicepresidente de la República Aristóbulo Istúriz, probablemente tienen una diferenciación marcada de lo que debe ser el país y reconocer la relación entre lo público y lo privado. Aunque especulando, nosotros pensamos que el Presidente Maduro está en la acera contraria a lo que pueden representar esos tres o cuatro ministros. Al final del camino lo que importa no solo es reconocer, sino mostrar resultados, resolviendo los problemas de los venezolanos.
—¿Fedecámaras le pedirá al Presidente que entregue a los privados las empresas estatales improductivas así como él lo hizo con Lorenzo Mendoza?
—Si hay algo que ha quedado demostrado es que el Gobierno es el peor empresario de Venezuela. Eso está demostrado. Gran parte del drama que se vive es producto de las expropiaciones y las confiscaciones y ataques a la propiedad privada y los empresarios. Hoy el Gobierno tiene registradas más de mil 400 expropiaciones que pasaron a ser unidades paralizadas, y con ello desaparecieron productos de los anaqueles o llegan de forma precaria.
—¿ Pero sí le están pidiendo o no la particiación en las empresas estatales disminuidas?
—Nosotros lo hemos manifestado abiertamente. Nos hemos puesto a la orden del Gobierno para reactivar esas empresas que están paradas, incluso de poner a disposición los mejores profesionales para que se pueda potenciar el aparato productivo, estamos abiertos a las empresas mixtas. Los empresarios expropiados siguen pidiendo al Gobierno que devuelva las empresas expropiadas que están improductivas para activarlas de nuevo, nuestro compromiso está allí.
—El sector privado asegura ser más efectivo con divisas que las importaciones del Gobierno. Polar asegura que es 18 veces más eficiente, el sector de clínicas es cinco veces más productivo ¿por qué entonces hay restricciones?
—Eso habría que preguntárselo al Ejecutivo. El 80 por ciento de las divisas entregadas para bienes y servicios hechos en Venezuela, las manejó el sector público. El otro 20 por ciento de las divisas fueron canalizadas a través del sector privado, pero hay que tener en cuenta que en ese porcentaje hay también empresas que fueron expropiadas por el Estado. Quien más tiene que hablar y entregar cuentas claras en el manejo de las divisas en el país es el Gobierno nacional.
—¿Hay muchas empresas de maletín?
—Son un cáncer, no son empresas, son corruptos que buscan acabar con el erario público. Hay que perseguirlos.
—¿Cree que eso es posible?
—Por los niveles de corrupción y despilfarro lo que se ve es que los han amparado.
—¿Y cuántos dólares debe el Gobierno a los proveedores internacionales de privados?
—Unos 12 mil millones de dólares. Una gran deuda que ha llevado a una pérdida progresiva del crédito.
—¿Se sienten amenazados?
—Es necesario detener la criminalización del empresariado nacional. Rechazamos categóricamente las campañas del Ejecutivo para someter al escarnio público a empresarios importantes como Lorenzo Mendoza.
—¿Qué se espera para los próximos meses?
—La crisis más profunda y severa. La magnitud de la crisis que se nos avecina y mucho más grande que ahora, cuando aún no se toman los correctivos. La caída de los precios del petróleo agravó el escenario, pero la realidad del país ahora es producto de un modelo con indisciplina fiscal que entró en la dinámica perversa de gastar más de lo que entraba y ahora se financia con dinero inorgánico empujando la inflación. Si el promedio del barril de petróleo para 2016 ronda los 30 dólares, el déficit fiscal rondará los 30 mil o 40 mil millones de dólares.
—¿Cómo sostenerse entonces?
—El drama que tiene el país es que el déficit no puede seguir cubriéndose con la maquinita de imprimir bolívares, y como no pueden imprimir dólares lo que va a ocurrir entonces es lo más lamentable en la vida de cualquier ser humano o nación, que es vender sus activos. Quiere decir que ya estamos en un proceso de quiebra. Cuando un país comienza a vender sus activos para poder pagar sus compromisos se está en un proceso de quiebra y para evitar esos procesos tienen que entrar en los mecanismos de ajustes.
—¿Vender oro?
—Las reservas son únicamente para generar confianza. El oro es la garantía de nuestra moneda, si dejamos la moneda sin respaldo será otro error, una movida irresponsable.
—Al día de hoy ¿cómo están los inventarios de alimentos?
—En los mínimos históricos, y mientras no se tomen medidas, todos los días se marca un nuevo mínimo histórico.
—¿El presidente Maduro tiene moral para de llamar ladrones a los empresarios venezolano?
—Ningún presidente tiene la misión de atacar a ningún ciudadano del país. Si el presidente Maduro considera que un ciudadano o empresario está inmerso en una actividad delictiva, que se activen pues los mecanismos correspondientes dentro del debido proceso para que la ley se imponga. Lo otro es retórica que no le hace falta al país.
(06-02-2016)
Fuente: Versión Final