Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras, señaló que 80% del sector privado empresarial, conformado por la pequeña y mediana industria, podría verse en aprietos al no poder compensar los gastos de un nuevo aumento salarial, debido a que se les dificulta incrementar los precios de sus servicios y productos.
“Las pequeñas organizaciones son las que tienden a tener esa imposibilidad de absorción y a tener problemas de flujo de caja a corto plazo, hasta tener que cerrar empresas. Se ha visto el caso de que los aumentos también traen pérdidas de trabajo”, acotó a La Verdad.
No poder costear el pago de la nómina y la imposibilidad para mantener las operaciones es la principal advertencia del dirigente gremial, quien recordó que éstos males son consecuencia de la inflación. Un indicador que solo podría estabilizarse con políticas estructurales y de consenso a su juicio.
La semana pasada, el vicepresidente del Área Económica, Miguel Pérez Abad, anunció que podrían elevar el salario mínimo en el próximo trimestre del año.
En el caso de los trabajadores, Froilán Barrios, presidente del Movimiento Laborista y miembro del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (FADESS), coincide en que frenar la inflación debería ser la prioridad del Estado y no los aumentos.
“La gente tiene hasta miedo de que le aumenten el salario porque sabe que trae inflación”, concluyó.
Fuente: El Nacional