Ante un inminente anuncio de aumento salarial por parte del Ejecutivo nacional, a partir del próximo 1º de abril, el presidente de Fedecámaras Nueva Esparta, Andrés Rodríguez Ghersi, manifestó su preocupación por las consecuencias de la medida, en el marco de una economía en crisis e inflacionaria.
“Tenemos que partir del hecho que las empresas tienen actualmente muy baja productividad por las limitaciones que viene imponiendo el gobierno, y un nuevo aumento de sus operaciones producto del posible incremento salarial, hará que nuevas empresas vayan al quiebre sumándose a las que ya han caído”, afirma.
Sostiene que los aumentos inconsultos de salario, donde no se considera la posición de las empresas ni la opinión de los trabajadores, nunca ha tenido resultados de equilibrio, por el contrario, generan desempleo y por ende quebranta la calidad de vida de la población.
Situación de Nueva Esparta
En relación al estado Nueva Esparta, la cuenta es que más del 70% está en una situación económica grave, e insiste Rodríguez Ghersi que cualquier decisión que aumente los costos de operación puede hacer que las empresas que quedan caigan en colapso.
Pide al Gobierno ver la realidad, no desde el punto de vista de las empresas, sino desde la realidad del trabajador, ya que estimar que un 75% de empresas esté en niveles críticos, es lo mismo que más de la mitad de las familias se han quedado sin ingreso fijo o con un sustento que le permita cubrir sus necesidades básicas.
Asegura también que en la isla de Margarita está volviendo a fallar el abastecimiento, ya que aunque se estimaba que la libertad para importar alimentos solventaría la escasez, el hecho es que el aumento permanente del dólar frena la actividad por los costos de reposición, además que el poder adquisitivo no está en los niveles de la inflación.
“A esto se suma las situaciones de saqueos por lo que el comerciante ve con temor tener los comercios llenos de mercancía, y la inseguridad del transporte en carretera limita igualmente la movilización de productos nacionales”, refiere y en ese contexto enfatiza que hasta que no haya un cambio en la base política nacional, que permita reestructurar las políticas económicas, no habrá tranquilidad para el trabajo y la producción, y eso es en lo que viene insistiendo el sector empresarial.