Desde Margarita… Juntos por el país que queremos …

May 8, 2017

Los comerciantes formales y organizados del país se han reunido en la Isla de Margarita para celebrar su XLVII Asamblea Anual.

Es un evento institucional que se realiza en un ambiente de luto, de dolor y de solidaridad con los ciudadanos venezolanos fallecidos, heridos y detenidos de los últimos días, reclamando libertad para ejercer su derecho constitucional a la participación en favor de los cambios que demanda el país.

También es un encuentro en homenaje de todos los comercios y expendios de servicios que han sido saqueados y destruidos en una cadena de acciones que persiguen generar TERROR, en muchos casos en presencia de representantes de las autoridades encargadas de impedirlos.

Para los empresarios del Comercio y los Servicios, el hecho de que aquellos que delinquen no sean reprimidos, detenidos y sancionados con la misma severidad que se coarta la libertad en el país, y que lo hagan al amparo de un ambiente de pacíficas y legítimas protestas ciudadanas reclamando libertad para ejercer derechos constitucionales, comprometen el desempeño gubernamental

Su fin es evidentemente coaccionar el reclamo popular que se viene ejerciendo desde hace varias semanas en todo el país y fuera del mismo. Y, desde luego, justificar la agravada situación nacional, para avanzar en propósitos ajenos al fin de la gobernabilidad, y que incluyen la destrucción de las empresas privadas que han logrado sobrevivir en el actual ambiente de crisis que vive Venezuela.

Esta Asamblea Anual de CONSECOMERCIO es también un encuentro empresarial que se realiza en reconocimiento solidario con los millones de consumidores venezolanos, hoy convertidos en las grandes víctimas del fracaso de la imposición de un modelo de economía concebido e inspirado en propósitos estatistas, y que se insiste en mantener por sobre el empobrecimiento de la población, millones de desempleados y las ruinas de cientos de miles de empresas.

Hasta que se produzca el cambio de esta situación, los venezolanos, incluyendo a los ciudadanos que se desempeñan como empresarios, consideran que su derecho a exigir atención gubernamental tiene que ser ejercido ante las autoridades, como ante las instancias internacionales que pueden interceder para que los venezolanos nos entendamos y evitemos incurrir en el peor escenario de los errores sociales: una guerra entre hermanos.

Preocupa que mientras la ciudadanía insiste en ofrecer su disposición a buscar soluciones, el Gobierno opte por apelar a la ventaja legal y política de apoyarse en el uso del monopolio de la violencia, para reprimir a la ciudadanía una y otra vez, y cerrar las vías que nos conduzcan a impedir precisamente ese eventual triste, costoso y doloroso episodio de manchar nuestro presente y futuro con sangre de inocentes.

Asímismo, que, entre una desbordada y exacerbada violación de los derechos humanos en el país, se acuda a una manipulada constitucionalización de posibles soluciones, con base en la convocatoria a una Asamblea Constituyente, por sobre los fundamentos jurídicos y políticos que contempla la propia Constitución. Pero, además, prevaliéndose de la monodirección del desempeño de los Poderes Públicos, y evidenciándose que el objetivo final no es otro que disponer de un atajo que permita legitimar el cuestionado y ya rechazado Plan de la Patria, amén de insistir en el desconocimiento de la Asamblea Nacional.

Para los empresarios del Comercio y los Servicios, el momento que vive el país compromete a las autoridades nacionales, estatales y municipales en su obligación constitucional de garantizarle a la ciudadanía el ejercicio de sus derechos, como está establecido en la vigente Carta Magna. Eso incluye, desde luego, los derechos humanos, la integridad física de personas y bienes, como todas las formas de expresión, entre otros. Y también que cese la represión cruel, inhumana y ventajista que ejercen las instituciones del Estado contra una ciudadanía desarmada, pacífica, inerme.

Las dolorosas consecuencias por las pérdidas de vidas y de bienes que se han producido hasta el momento, obligan a esas autoridades a revisar cuál han sido su desempeño ante la realidad de protesta y de violencia que se ha estado viviendo en todo el territorio nacional.

¡No más muertes y heridos¡. ¡No más destrucción¡. ¡No más detenidos¡ . ¡No más permisividad con el vandalismo¡. Verlo, aceptarlo y no castigarlo, es un acto de complicidad. También ejemplo de responsabilidad ante la ciudadanía, la justicia y la historia. ¡Basta de indiferencia¡. Venezuela y los venezolanos protestan porque consideran que tienen derecho a vivir en un país de trabajo y para el trabajo, por el bienestar y la convivencia en un ambiente de paz. Y para lograrlo, sólo reclaman condiciones para alcanzarlo, es decir libertad; más y verdadera libertad; el máximo derecho humano que no puede ser desconocido a capricho por quienes gobiernan, y de espalda a lo que reza la Constitución de la nación.

Desde la Isla de Margarita, el sector del Comercio y los Servicios ratifica su convencimiento de que sí es posible superar la crisis que afecta a Venezuela. Pero se necesitan:

PRIMERO: disposición gubernamental, la voluntad política de quienes fueron electos para ejercer la responsabilidad de servirle al país, y no de servirse de él.

SEGUNDO: reivindicar el carácter estratégico y fundamental de la empresa privada como verdaderas vías de generación de riquezas para los venezolanos.

TERCERO: el compromiso incondicional de apoyar las iniciativas de las fuerzas de la sociedad civil para la defensa de nuestros derechos constitucionales.

Me despido como Presidente de CONSECOMERCIO con la satisfacción de haber cumplido con Ustedes, con mi país, y convencida que la mejor manera de trabajar por nuestra economía es hacerlo JUNTOS POR EL PAÍS QUE QUEREMOS..

(Mensaje a cargo de la Presidenta Cipriana Ramos, como última actividad de su desempeño estatutario entre 2015 y 2017)

Nota de Prensa

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