“Si no hay comida, no hay vida”, expresó el presidente ejecutivo de Cavidea, Juvenal Arveláez. La profunda escasez de materia prima, combustible, repuestos y equipos que afronta el sector manufacturero agroalimentario ha generado que las industrias de alimentos procesados afiliadas a la asociación solo satisfagan entre 50% y 55% de la demanda.
“La gente está pasando hambre”, dijo en la Asamblea Anual de Fedeagro, celebrada ayer en Valencia, estado Carabobo. Alegó que las causas de la escasez son el control de precios y la oferta insuficiente de materia prima. “Los problemas con la falta de liquidación de las divisas a los proveedores internacionales de materia prima están afectando la producción del sector privado y, por ende, la oferta. Para sacar a Venezuela de la crisis se deben tomar medidas macroeconómicas. Los privados podemos ayudar, pero es cuestión de políticas públicas”.
El directivo de Cavidea agregó que gran parte de las empresas públicas de alimentos presentan bajos niveles de producción.
La falta de materia prima nacional, como los productos agrícolas, también ha incidido en la caída de la producción de las industrias procesadoras de alimentos, que desde 2009 se ha contraído 70%.
El panorama se complica más en vista de que la producción de Fedeagro también sigue en descenso y las expectativas de las siembras de este año son desalentadoras.
Celso Fantinel, primer vicepresidente del gremio y moderador de la ponencia “La ruta para la recuperación de la producción nacional”, aseveró que el ciclo de invierno de 2018 será el peor en más de 40 años por el profundo desabastecimiento de agroinsumos, maquinarias y equipos agrícolas.
El presidente de Fedeagro, Aquiles Hopkins, expresó: “Cada día producimos menos y el país pasa más trabajo y más hambre. A pesar de los esfuerzos, no hemos tenido un gobierno que apoye un camino real para recuperar la producción”. El gremio solo satisface 25% del consumo.
Sostuvo que el problema principal que afronta el país es el desabastecimiento de alimentos y el de los productores la profunda escasez de suministros. “Nos ha tocado lidiar para conseguir insumos, fertilizantes, repuestos, cauchos y baterías”.
Dijo que la agricultora es base del desarrollo regional, motor de la economía de 16 estados del país y fuente primaria de empleo en todo el territorio. Añadió que mientras que en Uruguay hay cuatro cabezas de ganado por cada habitante, en Venezuela hay una cabeza de ganado por cada cuatro habitantes.
Carlos Albornoz, presidente de Fedenaga, aseguró que el mundo está atento a la crisis que atraviesa el país. “Buscaremos el apoyo del Grupo de Lima, buscaremos el apoyo de la Unión Europea y buscaremos el apoyo donde sea para recuperar a Venezuela”.
Escenario desalentador. El evento reunió a directores de Fedeagro y representantes de asociaciones afiliadas a la confederación. El presidente del Instituto de Políticas Agrícolas de Fedeagro, Germán Briceño, afirmó que la situación es muy crítica. “Vamos a tener que arrancar este año sin semillas, fertilizantes ni agroquímicos”.
Fantinel precisó que para el ciclo de invierno de maíz y arroz los productores en occidente han recibido solo 20% de los agroinsumos que necesitan, mientras que en oriente no recibieron prácticamente nada para la siembra de esos rubros.
El titular de Fesoca, José Ricardo Álvarez, precisó que solo han logrado fertilizar 15% del área. “No nos han facilitado los insumos y eso compromete la producción de caña de azúcar, es un escenario desalentador para el próximo año”. A pesar de la falta de gasoil y lubricantes, calcula que la cosecha de este año será de 3.500.000 toneladas de caña molida, una cifra ínfima si se compara con la producción de 2005-2006, superior a 9 millones de toneladas.