Los productores agropecuarios de Venezuela, ante la falta de combustible para sacar las cosechas, transportar los alimentos y continuar atendiendo nuestras unidades de producción, ratificamos nuestro llamado a las Autoridades Nacionales, a los Gobiernos regionales y a la Fuerza Armada Nacional a que adopten de inmediato las medidas necesarias para garantizarnos el acceso al combustible requerido y así permitir la continuidad de la producción nacional de alimentos.
Conscientes de la grave crisis que enfrenta nuestro país, a la cual se suma la pandemia del COVID-19, es imperativo evitar el desabastecimiento de alimentos y el consecuente caos social que ello podría generar, para lo cual, mantener la producción nacional es prioritario y fundamental.
El sector agropecuario enfrenta las circunstancias más adversas de nuestra historia, con una consecuente caída de la producción nacional, un sistema financiero imposibilitado de atender la demanda crediticia por la política restrictiva del encaje, la cual eliminó de facto el crédito bancario; no disponemos de insumos, las enfermedades y plagas no se pueden combatir por el cerco al registro de nuevas moléculas y se continúan privilegiando las importaciones en detrimento de lo Hecho en Venezuela.
A pesar de esta realidad, los agricultores, ganaderos y pescadores continuamos haciendo un esfuerzo considerable por mantenernos activos sin el apoyo del Estado. En este momento, aunque muy mermada, hay producción de Carne y Leche; hay cosechas de hortalizas, raíces y tubérculos, granos, leguminosas, arroz, caña de azúcar y frutales; hay producción de huevos, aves y cerdos, y nuestros pescadores y cultivadores acuícolas siguen produciendo. Hay una producción, que debe cosecharse y comercializarse en los centros de procesamiento y de consumo, con mayor énfasis en este momento cuando la pandemia del COVID 19 tiene al país convulsionado y preocupado por obtener sus alimentos.
Lamentablemente, toda esta producción está en riesgo de perderse en el campo, los productores agropecuarios, los empleados y obreros difícilmente pueden acudir a las unidades de producción y los que acuden no pueden cosechar ni trasladar sus cosechas a los centros de comercialización y distribución, por la falta de combustibles.
La agricultura venezolana está al borde de un colapso definitivo, el ciclo de cultivo más importante del año, el ciclo invierno, está a punto de comenzar y no hay insumos ni condiciones para enfrentarlo, se requiere de medidas drásticas que permitan su recuperación, en lo inmediato, resulta prioritario facilitar combustible a los agricultores, es un crimen dejar perder una producción que costó enormes esfuerzos a los productores y que difícilmente podemos importar, la nación no tiene recursos para ello y tampoco el mercado internacional está en estos momentos en capacidad y disposición de abastecernos.
A todos los trabajadores del campo, pequeños, medianos y grandes productores, nuestro llamado a seguir cumpliendo la noble tarea de producir los alimentos que necesitamos los venezolanos; juntos construiremos la Venezuela que merecemos.
Sin alimentos no hay salud y sin salud no hay vida.
Derechos humanos fundamentales que el Estado debe garantizar.
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