Retomar el crecimiento de la economía nacional pasa por un consenso entre los actores productivos y del Estado, que derive en una normativa para la productividad.
Así lo afirmó el primer vicepresidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, a El Universal proponiendo la aprobación de una Ley de Emergencia o Paraguas, mientras se adelanta una transformación integral de la legislación venezolana.
El dirigente empresarial considera necesario este instrumento para que el país pueda solicitar recursos ante los organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) “en los cuales, Venezuela es miembro activo”, sostuvo.
Explicó que los mecanismos y las instituciones existen. Ese consenso lo tiene que promover el sector público.
Detalló que los “instrumentos legales no pueden ser específicos, porque el entramado legal está concatenado. Qué haces con promover una Ley de Producción cuando no has resuelto el problema de la relación laboral de la Ley del Trabajo, en cuya discusión no se consideraron muchos elementos”, cuestionó.
Agregó que “el mundo político debe entender que el país no puede seguir bajo el rentismo petrolero. Toda la legislación venezolana debe ser repensada”, planteó Cusanno.
Sobre la propuesta, señaló que a través de esta Ley de Emergencia, “puedes dinamizar algunas cosas, sin necesidad de cambiar el marco legal. Por ejemplo: incentivos fiscales se pueden construir de forma temporal hacia la producción nacional y la inversión, por un determinado tiempo”.
Un elemento que puede ser incluido en esta normativa es un mecanismo para que los capitales que vengan a Venezuela “sean exentos del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) durante tres o cuatro años, bajo la Ley Paraguas, sin tener que modificar la Ley del Impuesto Sobre la Renta, que tiene una dinámica distinta de discusión”.
Enfatizó que “mientras se reconstruye el entramado jurídico, el país no se puede detener, no es que vamos a estar tres años sin hacer nada esperando que todo este bien, hay que seguir sobre la marcha tomando decisiones” .
Detalló que una iniciativa como ésta permitirá “reactivar la economía, tomar decisiones administrativas, ejecutivas, mientras vas construyendo el nuevo entramado legal. Eso es vital para cualquier gobierno que se instale”.
Ricardo Cusanno expresó que las “dinámicas legislativas son mucho más lentas que la economía”.
Sugiere que esta Ley incluya reconocimiento del sector productivo: “parece obvio, pero hay que evitar que se obvie al sector privado; promover el diálogo social, porque las políticas laborales influyen en la producción y esa Ley tiene que tocar el tema tripartito para que tome decisiones administrativamente rápidas mientras que modificas para bien la legislación que rige la materia”.
El empresario considera necesario un instrumento que sincere las relaciones fiscales con el sector productivo, porque lo que hay es un esquema que “no se traduce en productividad. Se perdieron los incentivos”, asentó.
Desde hace cinco años, Fedecámaras ha presentado un conjunto de propuestas que abordan puntos específicos de las políticas públicas.
Sostuvo que “el sector no se queda en la crítica, sino que tenemos propuestas específicas”, en este sentido, recordó que en el año 2012 presentaron el documento Progreso y Bienestar. En esa oportunidad consideraron que se podían acometer algunas acciones para incrementar los puestos de trabajo y llegar a un millón de empleos.
Sobre este punto, Cusanno afirmó que en la actualidad se “tendrían que reactivar esos puestos que están esperando por materia prima”.
El siguiente documento presentado fue Un Compromiso por Venezuela, “donde analizábamos sectorial y transversalmente cuáles eran las condiciones de carácter ejecutivo, cuáles eran las que el Ejecutivo tendría que generar para poder deshacer los nodos que afectan la actividad privada o decretos que el Gobierno tendría que desentrabar para impulsar la actividad comercial”.
En esta propuesta indican que se necesita “crear al menos 500 mil empleos con calidad cada año; alcanzar niveles de inflación de un dígito; invertir 20% del PIB sostenidamente para crecer al 7% u 8% al año y así duplicar el tamaño de nuestra economía en 10 años”.
La meta a largo plazo es lograr que al menos “nueve millones de personas mejoren sus ingresos y su calidad de vida”.
Al año siguiente, en 2015, presentaron un documento denominado Compromiso en Libertad, “que era el análisis a profundidad; lo que habíamos hecho el año anterior, pero con el cerco legal, cuáles eran las leyes que en líneas generales se debían modificar, para incentivar la actividad privada”.
En este planteamiento señala que “deben existir instituciones y leyes que permitan ayudar a quienes están en desventaja; que promuevan la igualdad de oportunidades y que ayuden a mejorar el funcionamiento de los mercados para que las personas puedan disfrutar del acceso a los bienes y servicios fundamentales”.
El dirigente empresarial expresó que el año pasado presentaron nuevas propuestas, “donde exponíamos y venezolanizamos las 17 condiciones que la Organización de Naciones Unidas (ONU) considera que son idóneas para el desarrollo de la actividad privada”, describió.
Esas condiciones son estabilidad legal, “que haya seguridad jurídica para que los capitales se inserten; diálogo social que en materia de construcción de políticas laborales, vayan de la mano de un proyecto que se oriente a la productividad con los trabajadores y del empresario bajo el esquema de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.
Explicó que Fedecámaras agrupa a los 15 principales sectores de la economía nacional, y a su vez tienen representación en 19 regiones, “cada uno de esos sectores ha hecho sus estudios sobre qué se necesita para reactivar ese sector en términos económicos, incentivos, legislación”.
Gradualidad
El dirigente empresarial afirmó que para el crecimiento es fundamental la participación de la banca nacional.
Es por ello que considera que se tiene que generar “un mecanismo de emergencia para la recapitalización de la banca”.
La capacidad de financiamiento de estas entidades quedó minimizada, enfatizó.
Dentro de este conjunto de propuestas se encuentra el levantamiento gradual del control de cambio: “desmontarlo hoy no es la misma fórmula de hace cuatro o cinco años. Para ello tienes que rescatar la confianza en los sectores de la sociedad venezolana, en los actores internacionales que de alguna forma están vinculados al país”, afirmó.
Amplió que esa “confianza pasa por la repatriación de capitales. Alguien no invierte en un sitio donde su ganancia, su patrimonio, no puede regresarlo a sus arcas”.
Afirma que superar esos nodos pasa por “el respeto al modelo democrático, la propiedad privada, a la capacidad de elegir, mientras que no haya mejores relaciones con nuestros vecinos”, deslizó.
Dentro de la propuesta país, Cusanno afirmó que el tema trasciende a la liberación del dólar. Ejemplificó que si se libera el dólar “el señor del taxi, cuando cobre una carrera, lo primero que va a hacer es cambiarse a dólares. Para liberar el control de cambio tienen que crearse unas condiciones que generen la confianza para que la gente, mantenga su moneda local”, explicó.
Productividad
Actualmente en el país funcionan cerca de 4 mil empresas, muchas de ellas con participación del Estado, frente a ello se encuentra la industria petrolera que proporciona 96% de los recursos del país.
Plantear la productividad en este contexto es un reto al empresariado. Señaló Cusanno que las empresas “han recurrido a reducción de personal, de cantidad de productos. Se tiene en consideración la más rentable en términos económicos y menos costos, así como la que tiene mayor facilidad y acceso a la materia prima”.
Un elemento que incide en el rendimiento es la migración de personal calificado, “en términos productivos se están yendo los técnicos, la mano de obra calificada, obreros. Se debe pensar en la reposición porque hay mucha gente sin empleo, reponer a ese trabajador, al sustituto tienes que formarlo, y eso tiene un costo y un tiempo”.
Aseveró que ante este cuadro, para que regresen esas personas al país, “tienes que cambiar las condiciones por las cuales se fueron: seguridad, oportunidad, capacidad de ahorro, capacidad de compra de su salario”.
Agrega que para cambiar las condiciones, “vas a tener que hacer un proceso de recaptación. Es como un cazatalentos, hay empresas que se dedican a buscar a esas personas y de hacerlo con los venezolanos que están en el exterior. Pero vas a tener que ofrecerles condiciones mejores que aquellas que han conseguido en los países a donde se fueron”.
Indica que los mercados financieros internacionales y los inversionistas, están pendientes. “Los venezolanos que se han ido, que han construido una carrera, una empresa, un capital siguen teniendo a Venezuela en el radar para volver a invertir, lo que hay que generar son las condiciones para que en un marco legal diferente, regresen”, dijo.
En un mundo económico determinado por los cambios de la globalización, la empresa venezolana tiene que insertarse “el 75% del mundo está en el Siglo XXI, por eso debemos adecuarnos y trabajar por recuperar ese tiempo perdido”.
Resaltó que “las ventajas son las potencialidades de Venezuela, las ganas del empresario y el venezolano. No somos un país de emigrantes. Todas esas ganas que hay en los venezolanos del exterior, de los que estamos aquí y de inversiones internaciones de venir al país, se podrían traducir rápidamente en una adecuación al mundo.
En este sentido afirma que “no es la reconstrucción de Venezuela, es la construcción de una nueva Venezuela”.
El empresario detalló que “el nuevo modelo pasa por individualizar cuáles son los sectores de mayor posibilidad de crecimiento, de adecuación al mundo competitivo, pero la situación es que todos los sectores registran decrecimiento”.
En Fedecámaras no somos proteccionistas, pero se tendrán que construir políticas de protección temporal de algunos sectores, mientras se adecúa al mundo globalizado para poder ser competitivo”.
En este apartado, señala que una recuperación debe considerar todos los elementos: “¿Qué haces, importas todos los alimentos y te olvidas del sector agrario y ganadero?; te va tocar protegerlos en términos de ayuda para que adecuen en 24 meses a la realidad del mundo”.
Indica adicionalmente que “esa protección tiene que ir al ciudadano. Ayuda directa para evitar la corrupción. Hay que adecuar la gasolina”.
Formación
En el planteamiento del esquema productivo, Cusanno subrayó que la incorporación de los trabajadores es crucial para ser viable “porque ese es tu principal socio en términos productivos”.
“Los trabajadores necesitan formación. Es inviable construir un plan productivo sin la academia que posiblemente esté formando profesionales y técnicos que no necesite el mercado. Yo soy abogado, pero no sé si hacen falta más abogados, o hacer como en otros países, que se formen más técnicos en informática, sistema o en materia de petróleo”.
Explicó que “las necesidades del mercado e inversión necesitas presentárselas a la academia y que ésta se adecúe. La empresa privada necesita investigación para desarrollar nuevos productos y tecnologías de forma competitiva y eficiente. Eso en los países del primer mundo lo hacen las academias”.
Actualmente, a la academia le tienen los recursos represados. “En Venezuela en los últimos 18 años, han salido vía el SAPI, mucho menos de lo que sale en un año en Colombia. No se registra porque hay un pensamiento de igualdad. Si creo un equipo debo tener un derecho, porque el conocimiento debe ser libre y la propiedad debe respetarse”, apuntó.
Enfatizó que este ciclo debe iniciarse desde la etapa del estudiante “tienes que motivarlos al conocimiento” y expresó que “el cambio en la educación es clave. Porque ese el profesional del mañana. Es un tema integral”, dijo el empresario.
Leer más en El Universal