Este martes 3 de agosto falleció en Panamá el presidente de Fedecámaras en el período 1973-1975, Alfredo Paúl Delfino.
Un hombre apasionado al trabajo, ejemplo para las presentes y futuras generaciones empresariales por su convicción, integridad, principios e ideales.
Alfredo Paúl Delfino era Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Central de Venezuela y sus labores profesionales fueron múltiple. En 1962 estuvo como director de la primera junta directiva fundadora de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) y, además representó empresas familiares como las cementeras y papeleras del Grupo Delfino.
Sus actuaciones en el campo agropecuario fueron de productor activo y de gremialista de la mayor comprensión colectiva, sin apartar sus convicciones fundamentales.
Fedecámaras (1973-1975)
Para 1974 en la Asamblea Anual XXX de Fedecámaras, Alfredo Paúl Delfino, en su discurso apostaba por el desarrollo industrial, el desarrollo agropecuario, el comercio interno y el desarrollo regional. De igual forma, vaticinaba que la Ley Contra Despidos Injustificados incidiría fatalmente e irreversiblemente contra el desarrollo económico y social
Incluso, calificaba como “estimulante, útil y orientadora la presencia de los altos representantes del ejecutivo nacional, su generosa y activa presencia en las deliberaciones de la asamblea facilitó el mejor conocimiento de las más importantes políticas de los despachos que representaron”.
Se declaraba amante de la libertad de oportunidades, receloso de imposiciones totalitarias, de perversiones ideológicas y de “sometimientos a designios de los polos mundiales de poder”.
“Con el firme deseo de contribuir a que el rumbo se adopte y la estrategia que se trace sean las más convenientes, no a un sector o a un grupo, o a una parcialidad, sino a todos los venezolanos dentro de un orden de valores que garantice el progreso permanente, la conquista de la oportunidad deseada, el disfrute de la libertad y el sosiego espiritual”
1975
Ya para 1975 el gremialista señalaba durante la Asamblea Anual XXXI que Venezuela no había marchado a mayores ritmos de progreso porque sus instituciones reflejaban las deficiencias acumuladas de sus recursos humanos.
“Estas deficiencias son el resultado de un círculo vicioso, porque la herencia colonial, la guerra civil y las dictaduras primitivas no pueden dar origen a instituciones coherentes y modernas, ni generar los hombres capaces de diseñarlas para que sirvan”
Alfredo Paúl Delfino tenía la premisa de luchar contra la inflación y puntualizaba que era necesario una coherencia especial y una flexibilidad valiente que permitiera la expansión de las fuerzas productivas, especialmente en el agro.
Y evitar que persistiera el sacrificio crónico del productor rural en aras de la comodidad del residente urbano.
“Esta lucha tiene como requisito unas relaciones, plenas de respeto y deseos de cooperación, entre los trabajadores, los empresarios y sus organizaciones representativas (…) es aspiración de todos los empresarios incrementar los niveles de empleo y procurar que el proceso económico arroje mayores ingresos y protecciones sociales para el trabajador”
Fedecámaras despide a Alfredo Paúl Delfino, recordando siempre su compromiso con Venezuela y con el tejido gremial empresarial.
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