El 1° de mayo debería iniciarse la siembra del ciclo de invierno en la generalidad del país, aun cuando en el Pie de Monte Barinés, el ciclo arranca a mediados de este mes. El aprovechamiento de esta época de siembra se traduce en la obtención de rendimientos óptimos de varios rubros de ciclo corto, como los cereales. Los cultivos semipermanentes como la caña de azúcar y los permanentes como frutales, café y cacao, también responden productivamente a labores culturales que se practican a inicios de la temporada de lluvias.
Para el debido aprovechamiento del ciclo, los agricultores deben disponer de: repuestos, lubricantes y combustibles para la maquinaria y equipos, semilla para la siembra, del fertilizante para abonar la tierra, de los herbicidas para controlar las malas hierbas, de los insecticidas y los fungicidas para controlar plagas y enfermedades. Todos estos elementos e insumos deben empezar acopiarse en las fincas desde finales del año anterior; de manera de aprovechar las condiciones climáticas y arrancar el proceso productivo en el comienzo del invierno.
Este año Agropatria y Pequiven, empresas estatales que ejercen el monopolio en la venta y distribución de insumos y fertilizantes en el país, no disponen de inventarios para atender la demanda de los agricultores, luce imposible que un proceso que comprende importantes volúmenes de importaciones, fabricación y distribución de insumos, normalmente implementado en 6 meses, se realice en menos de 20 días.
Los inventarios de insumos existentes en Agropatria y Pequiven, apenas cubren alrededor de un 3% de las necesidades de todos los rubros vegetales. Las empresas privadas que fabrican y distribuyen insumos y medicina veterinaria, están absolutamente disminuidas y operan a su mínima expresión.
Ante esta situación denunciamos ante el país la pérdida del ciclo de invierno del año 2019, el más importante en términos de la producción de alimentos, y alertamos una mayor caída de la producción en este año, muy superior a la registrada el 2018, año en el cual igualamos la producción de diversos cultivos obtenida hace 40 años.
Igualmente responsabilizamos a las autoridades a quienes corresponde la política agroalimentaria del país, de su inacción e incompetencia para manejar la situación advertida año tras año por los actores del Sistema Agroalimentario Venezolano.
* La pérdida del ciclo de invierno tiene importantes consecuencias para los venezolanos, entre las cuales debemos mencionar:
* La caída de la producción agrícola nacional, que supera récords históricos, e impulsará aún más la escasez y el desabastecimiento de alimentos
* La desactivación del motor económico fundamental de 17 Estados del país (la Agricultura).
* El incremento del desempleo rural y de otros Sectores encadenados con el Sector Agrícola.
* El aumento de la pobreza extrema y en especial en el Sector Rural
Los agricultores venezolanos realizamos un esfuerzo extremo para mantenernos en la actividad. Nuestras propiedades, a pesar del deterioro al cual han estado sometidas por políticas públicas desacertadas, resisten de manera estoica, esperando, al igual que nuestros trabajadores, los cambios necesarios para iniciar la ruta de la recuperación de la producción nacional de alimentos y la estabilidad económica y social del país, advierte Fedeagro.
Recordamos que en forma exclusiva, elimpulso.com, adelantó hace más de mes y medio estos escenarios, que hoy en forma dramática está dando a conocer Fedeagro en forma oficial y que comprometen seriamente el abastecimiento de alimentos para lo que queda del 2019 y comienzos del 2020.