En los llanos Occidentales culminó la época de siembra con una caída significativa de la superficie.
A dos meses de inicio de iniciadas las lluvias el ciclo agrícola está virtualmente perdido. Las asociaciones de Fedeagro que aportan más del ochenta por ciento de la producción, solo han recibido el 30% de los insumos requeridos.
En la región andina y otros estados productores de hortalizas, solo se ha podido sembrar el 25% de la superficie dedicada a este rubro. Hace más de un año no ingresa al país semillas de hortalizas y en los últimos seis meses no han podido comprar un solo saco de fertilizante. Hace más de dos años no se trae al país semilla de papa y os productores se han visto forzados a multiplicar la papa para consumo y usarla como semilla con altos riesgos sanitarios y un declive importante en la productividad de este cultivo, la superficie cultivada se ha reducido en un 70%.
Las plantaciones de caña de azúcar que demandan 90.000 t de fertilizante, solo han recibido 1.000 t. Los caficultores desaprovecharon la etapa clave para la fertilización por cuanto, al igual que los cañicultores y fruticultores, no están en las prioridades de Agropatria
El año 2017 se está comportando, desde el punto de vista climático, con toda normalidad, es decir las lluvias se iniciaron con regularidad en el mes de abril y así han continuado en lo que va de junio. Para esta fecha deberíamos haber completado la superficie de siembra de cereales de los Llanos Centro Occidentales e iniciado las siembras en los Llanos Centrales y Orientales; no obstante, los insumos requeridos no han estado disponibles para la compra y apenas sembramos un 30% de lo programado, en contraste con el año anterior cuando se había completado el 80%.
Las asociaciones de Fedeagro han sido injustamente marginadas de la venta de insumos. A manera de ejemplo, la disponibilidad de semilla de maíz para el mes de mayo era de 580.000 sacos, de este total nuestras asociaciones que producen el 80% del maíz a nivel nacional, solo han recibido un 22% (100.000 sacos), el otro 78% se distribuyó a Programas públicos y a particulares más conocidos como intermediarios que como productores.
Los productores de arroz estiman poder alcanzar 65.000 ha de este renglón alrededor del 50% de la superficie promedio de los últimos cinco años, por idénticas razones a otros rubros referidos, la falta de semilla y la disponibilidad de insumos. En el caso del sorgo, la semilla disponible solo alcanzará para cubrir un 30% de la intención de siembra de este renglón.
Este año ha sido, en cuanto abastecimiento de insumos, es el más crítico de las últimas décadas y aún propende agravarse por la injusta distribución de los insumos impulsada por el MAT y Agropatria, caracterizada por el favoritismos de los programas públicos y la prioridad otorgada a aliados circunstanciales de vieja data en la intermediación y apropiación de la cosecha de los agricultores. Esta actitud representa la profundización del error que nos ha llevado a una caída de la producción sostenida en los últimos diez años y de mantenerse se agudizará el desabastecimiento de alimentos, se pagarán precios más altos por ellos y se quemarán divisas requeridas para otros fines, beneficiando a los agricultores de oros países; mientras se arruina a los nuestros y se afecta a la población que lleva dos años en colas en busca de alimentos.
Hace dos semanas lo advertimos y hoy lo ratificamos, Venezuela vive una emergencia agroalimentaria, la cual se manifiesta no solo en el consumo de alimentos, sino también en la disponibilidad de agroinsumos básicos y necesarios para la producción agropecuaria razón por la cual solicitamos la habilitación de un canal humanitario de insumos agrícolas. Es importante igualmente facilitar el acceso de insumos al país abriendo el espacio cerrado a operadores privados fabricantes y distribuidores de insumos, flexibilizando la política cambiaria y definiendo una política de precios cónsona con el comportamiento de loo costos de producción agrícola.
Finalmente insistimos, no es con una Constituyente Comunal como saldremos de la crisis económica y social por la que atravesamos. El país debe nuclearse alrededor de una propuesta que convoque las mejores voluntades para enrumbar el páis hacia la senda del desarrollo y el bienestar. La exclusión del Sector privado y de los agricultores en particular nos está conduciendo al caos.