Una de las características que más opacidad y desconfianza despierta para los empresarios del nuevo esquema cambiario del Gobierno, es la obligación de que esos agentes deben otorgarle parte de sus ganancias al Estado venezolano.
Para el economista Fernando Cepeda, tesorero de Fedecámaras, otro de los puntos clave es que el Ejecutivo habla de una supuesta libre convertibilidad de la moneda cuando aún mantiene una tasa de cambio fija y poco variable de 60 bolívares soberanos.
Cepeda destacó que “el empresario venezolano sigue apostando al país, le preocupa el país y quieren satisfacer las necesidades, sobre todo el aspecto alimentario”.
Cepeda destacó que parte de la solución a la productividad en el país es “la liberación del tipo de cambio (..) debido a que todavía el precio del dólar sigue regularizado por la fijación de precios por el Banco Central de Venezuela (BCV)”.
Explicó que las empresas que puedan ejercer el negocio de la venta en divisas o exportar, deben venderle el 20% de los dólares que consiguen en el mercado internacional al BCV.
“Esto formará parte de los bancos para poder intercambiar en bolívares, además de vender en dólares siendo fijada esa tasa por la entidad financiera”.
Esto implica que el Gobierno podría emplear su sistema de recepción del 20% de ingresos en divisas por empresa. Lo haría con el fin de crear un mercado de cambio de divisas en los bancos públicos y privados del país.
Ante esta realidad, diversos economistas del país han señalado que el Gobierno no ha desmantelado el control de cambio.
El avance de la inflación ha generado que la tasa de cambio se dispare a más de 100 bolívares por dólar. La demanda de dólares sube sin control en una economía que cada vez se indexa más sobre la moneda estadounidense.
Fuente: Globovisión / Segundo Enfoque