Ante la aguda crisis eléctrica que vive el país, nuestra centenaria institución levanta su voz en rechazo a todos los actos vandálicos que se han registrado estos últimos días en contra del sector comercial, industrial y de los servicios, en los municipios Maracaibo y San Francisco.
Los empresarios de la ciudad no son los culpables de la difícil situación por la cual está atravesando la sociedad venezolana, acrecentada con el apagón eléctrico que se registró en todo el territorio nacional desde el pasado jueves 7 de marzo y que todavía no está resuelto.
Los comerciantes e industriales, hacen grandes esfuerzos para mantener abiertas sus empresas con el fin de poder aliviar un poco la situación actual que padecen las comunidades, mediante la producción y distribución de alimentos y bienes esenciales.
Sin embargo, vemos ahora como grupos delictivos, aprovechándose de la coyuntura ocasionada por el apagón nacional, están entrando a los comercios, industrias, pequeños abastos, panaderías, farmacias, supermercados y centros comerciales, entre otras instalaciones, saqueando y destruyendo todo a su paso.
Con la crisis sistémica que en estos momentos vive el país, podemos asegurar que la mayoría de las empresas afectadas, no está en capacidad de reanudar operaciones, comprometiendo en lo inmediato, las posibilidades de atender la distribución de alimentos y productos básicos de las comunidades, y con la consecuente pérdida de los puestos de trabajo de los que dependen innumerables familias zulianas.
La Cámara de Comercio de Maracaibo contabiliza un promedio de 500 empresas y locales afectados por dichos actos, muchos de ellos no podrán volver a abrir ni prestar servicios.
La Cámara de Comercio de Maracaibo, rechaza categóricamente todo acto de saqueo y vandalismo que esté sucediendo en la ciudad, así como todo hecho que se enmarque fuera de la Constitución Nacional y que afecte de manera directa e indirecta al empresariado regional.
Hacemos un llamado a las autoridades competentes a respetar y hacer respetar el derecho a la libertad económica y a la propiedad privada. Sorprende que, a pesar de toda esta situación de zozobra, haya habido poca presencia de funcionarios de la Guardia Nacional y policía en las calles.
Con la violencia, solo se destruye. El empresario venezolano no es parte del problema, sino parte de la solución. ¡Ya basta de agresiones!