“El enfoque que queremos darle al sector inmobiliario este año será positivo: tratar de hacer un cambio económico para hacer una renovación política”. Así lo declaró a El Universal el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Francisco López.
“Debemos buscar los mecanismos para mejorar el sector, como la corrección de la Ley de Arrendamientos e incluir la figura de promotores de créditos frente a la ausencia del banco hipotecario.
Sobre los cambios que se deben realizar en las políticas económicas, mencionó la necesidad de corregir la Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Vivienda con el fin de lograr “un equilibrio entre el arrendador y el arrendatario para prender el motor del sector inmobiliario”.
“Otros defectos que enfrenta esta Ley es que tiene valores referenciales en bolívares que son muy pequeños y también está la poca eficiencia de la Superintendencia Nacional de Arrendamientos de Vivienda (Sunavi). Aunque hay que admitir que la Ley cumple con algunas cosas. Si se crea una protección equitativa entre el arrendador y el arrendatario, se generará más confianza y más operaciones dentro de lo legal”, consideró López.
Para el representante del sector, el mayor reto es crear políticas económicas que generen más confianza a la población, ya que las actuales, a su juicio, “no cumplen” ese requisito.
“Un ruido adicional”
Según López, la incorporación de la criptomoneda petro en el sector inmobiliario es un desacierto. “Tememos que genere un ruido adicional a la situación actual. Nosotros tenemos dificultades para hacer operaciones, y si le agregas una figura nueva, no será viable”, aclaró.
Sin embargo, el líder gremial considera que, si el petro se convierte en una figura para regularizar y darle legalidad al mercado, será bienvenido, pero no se sabe cómo serán sus funciones de manera precisa. “Debemos esperar el verdadero objetivo del petro: si la operación del Gobierno es atacar las sanciones que tiene el país, estaremos muy perjudicados; pero si la función es sincerar las operaciones que se vienen haciendo desde 2019, porque se evidencia una dolarización de facto, será bienvenido. Pero es muy temprano para dar una opinión”, agregó.
Un pequeño arqueo
Al realizar un breve análisis del comportamiento del comercio inmobiliario el año pasado, López explicó que a principios de 2019 se evidenció un fenómeno llamado “Efecto Guaidó”, que, debido al contexto político del momento, los precios aumentaron 30% de valor “en términos de dólares”. Luego se registró una disolución del fenómeno hasta octubre, “en donde los precios alcanzaron los mismos que en diciembre de 2018”.
Al finalizar el año, resurgió la economía del país debido la “dolarización de facto”.
“Esto se reflejó más que todo en operaciones y en el monto de los alquileres. Por su parte, los precios de compra y venta no se vieron afectados porque, como no contamos con la banca hipotecaria, la población no ha sido capaz de conservar un capital que soporte una gestión de esa naturaleza. Como los alquileres son transacciones más pequeñas que una compra y venta de viviendas, la gente ha empezado a demandar más alquileres, subiendo los precios en este subsector a niveles moderados”, expresó.
Aunque no se han concretado cifras oficiales, López considera el fenómeno de los alquileres, sobre todo en Caracas, son un buen inicio para el sector. Obviamente, se buscará llevar ese aumento a la compra y venta, pero será algo difícil.
Fuente: El Universal